martes, 4 de agosto de 2015

# 1.000 : A VIDA O MUERTE # - 1.001 películas que hay que ver antes de morir


Título película: A VIDA O MUERTE
Título original: A MATTER OF LIFE AND DEATH (STAIRWAY TO HEAVEN)
Año: 1.946
Duración: 104 min.
País: Reino Unido
Director: Michael Powell, Emeric Pressburguer
Guión: Michael Powell, Emeric Pressburguer
Música: Allan Gray
Fotografía: Jack Cardiff
Reparto: David Niven, Kim Hunter, Roger Livesey, Raymond Massey
Productora: Universal Pictures.
Género: Fantástico, Romance, Sobrenatural.
Premios: -
Nota FilmAffinity: 7,2 / (6 - Interesante)

Sinopsis:
El aviador británico Peter Carter, en su avión en llamas y a punto de estrellarse se enamora de la voz femenina que contesta a su mensaje de socorro. Milagrosamente, parece que se ha salvado y se encuentra a su interlocutora. Pero un enviado del más allá le notifica que está entre la vida y la muerte y que si quiere sobrevivir, tendrá que defender su caso ante un tribunal celestial.





Curiosidades:
* Debut cinematográfico de la actriz canadiense Louis Maxwell (19 años entonces), la inolvidable Srta. Moneypenny de la saga Bond desde 1962 hasta 1985.
* Michael Powell contrató a Kim Hunter por recomendación de Alfred Hitchcock.
* La escalera, llamada "Ethel" costó 3.000 libras de la época. Era mecánica y tenía 160 escalones, de 12 metros de ancho cada uno. La sensación de profundidad se logró colgando maquetas. Se encargó a la empresa que hacía las escaleras mecánicas del metro de Londres.
*El enorme escenario de la sala de juicios constaba de un escenario de 107 metros de largo por 12 de alto. Ocho escenarios de tamaño parecido completaban los decorados del otro Mundo, que constó de 29 sets y alojó a casi 6.000 extras.
* Siempre se ha discutido sobre si las visiones del personaje que interpreta Niven son reales o fruto de su lesión cerebral. El hecho es que los datos médicos usados en la película son reales y exactos. Emeric Pressburguer fue el responsable de estos, leyendo tratados médicos en la British Library y consultando las dudas al cuñado de Michael Powell, que era cirujano plástico.
* Una de las transiciones de la película, la de la niebla y la playa, fue fruto de la simplicidad más absoluta. Al principio se pensó en un fundido en negro, pero Powell no estaba satisfecho. Entonces, el director de fotografía, Jack Cardiff le dijo a Powell que se pusiera detrás de la cámara y le tiró el aliento a la lente. Powell quedó encantado con el efecto.
* La premiere de la película fue la primera donde asistieron los reyes de Inglaterra.


# 1.001 : AKIRA # - 1.001 películas que hay que ver antes de morir


Título película: AKIRA
Título original: AKIRA
Año: 1.988
Duración: 124 min.
País: Japón
Director: Katsuhiro Ôtomo
Guión: Katsuhiro Ôtomo, Izo Hashimoto (Manga: Katsuhiro Ôtomo)
Música: Shoji Yamashiro
Fotografía: Animación
Reparto: Animación.
Productora: Akira Committlee
Género: Animación, Manga, Cyberpunk, Futuro postapocalíptico.
Premios: 1989 - Festival de Annecy: Sección oficial largometrajes a concurso.
Nota FilmAffinity: 7,6 / (7 - Buena)

Sinopsis:
Año 2019. Neo-Tokyo es una ciudad construida sobre las ruinas de la antigua capital japonesa destruida tras la Tercera Guerra Mundial. Japón es un país al borde del colapso que sufre continuas crisis políticas. En secreto, un equipo de científicos ha reanudado por orden del ejército un experimento para encontrar a individuos que puedan controlar el arma definitiva: una fuerza denominada "la energía absoluta". Pero los habitantes de Neo-Tokyo tienen otras cosas de las que preocuparse. Uno de ellos es Kaneda, un joven pandillero líder de una banda de motoristas. durante una pelea, su mejor amigo, Tetsuo, sufre un extraño accidente y termina ingresado en unas instalaciones militares. Allí los científicos descubrirán que es el poseedor de la energía absoluta. pero Tetsuo, que no se resigna a convertirse en un conejillo de indias, muy pronto se convertirá en la amenaza más grande que el mundo ha conocido



                   


Curiosidades:
* Uno de los grandes éxitos del cine de animación japonés, basado en un popular cómic del propio director Otomo, uno de los dibujantes más conocidos de Japón. En un intento por sobrepasar fronteras, "Akira" fue en toda regla una superproducción del país asiático (costó 10 millones de dólares) que obtuvo excelentes críticas tanto por su impactante historia como por su impecable e imaginativo estilo visual. En definitiva, una obra clave del cine manga que obtuvo una notable influencia en gran parte del cine de animación y digital asiático de los noventa.
* AKIRA fue la primera película de animación que analizó los movimientos de la boca de los diálogos, para sincronizar y dotar de mayor realismo a los personajes cuando dialogaban. se usó el pre-scoring, que es una técnica que ya utilizaba disney en la industria norteamericana, en la cual las voces de los personajes son grabadas antes de la animación.
* La película se estrenó cinco años antes de que el manga terminara, es por eso que muchas partes de la historia cambian. Fue el mismo autor del cómic el que adaptó, escribió, produjo y dirigió su historia a la gran pantalla.
* La película está compuesta por 2.212 planos distintos (tres veces más de lo habitual en un largometraje) y se emplearon 327 colores para pintarlos (50 de ellos fueron creados especialmente para la ocasión).
* Años después de que se lanzara el manga, se hizo un modelo idéntico a tamaño real de la moto de Kaneda.
* Una secuencia de 2 segundos de la película fue usada en el video de Michael Jackson "Scream". El fragmento utilizado es parte de la escena en la que Tetsuo descubre su capacidad para volar.
* En la escena en que los juguetes suben a la cama de Tetsuo, uno de los muñecos es tambor, el conejo de "Bambi".
* En los años 90, Sony pensó en una versión de la película con actores reales, pero desistió del empeño cuando se estimó un presupuesto para el proyecto que ascendía a 300 millones de dólares.


La insoportable levedad del ser

Se suele decir que el ser humano es impredecible, pero no lo es tanto. Está capacitado para hacer algo de bien y bastante de mal. Somos parte de la evolución, tal como nos enseñó Darwin. Procedemos de una familia de simios que aprendió a erguirse y caminar sobre dos piernas, aprendió a utilizar herramientas para su propio beneficio y el de su comunidad y obtuvo la capacidad de imaginar, crear, hablar, construir el mundo a su antojo y, es posible, que tenga la oportunidad de acabar también con él.

En esa evolución de animal a ser humano, no solo perdió el pelo y la cola. También perdió el instinto natural de sobrevivir. Claro está, lo perdió parcialmente, pues de haber sido por completo los bebés no sabrían, por ejemplo, succionar para alimentarse. Somos capaces de hacer cosas inimaginables para muchos de nuestros semejantes y, sin embargo, dependemos totalmente de nuestros papás -especialmente de la madre- para sobrevivir.

Un bebé no es capaz de buscar y encontrar la fuente de su alimento, a diferencia de los animales mamíferos que por sí solos encuentran el pezón de su madre para comenzar a mamar. No caminan ni se mueven ni retienen el calor por sí solos. Dependen absolutamente de todo para sobrevivir. Aprenden rápido, eso sí. 

Una nueva vida se cuenta por horas de existencia. Las más críticas, absorbentes e intensas. Más tarde el tiempo se cuenta por días. Lucas en estos momentos tiene diez días de vida, a pocas horas de cumplir once. Posteriormente, cuándo nos pregunten cuánto tiempo tiene, contestaremos que dos semanas; pasaremos a meses y durante la mayor parte de su vida, celebraremos cada vez que cumpla un año de vida. Festejaremos, con la compañía que busquemos en cada etapa de nuestra vida, los años que ya ha vivido y desearemos al soplar las velas que nos queden muchos más por delante para disfrutar.

Horas. Días. Semanas. Meses. Años... Después sólo nos quedarán instantes. Recuerdos de los momentos vividos. Imágenes en movimiento que se quedaron en nuestra memoria impregnando nuestra vida y formando nuestra personalidad.

La vida es cíclica, siempre. Cuando somos mayores, dejamos de tener ilusión en vivir o, si más no, en cumplir años. Vemos el futuro más cercano. Pensamos en estar sanos para poder asistir a una boda de tu nieta dentro de dos meses, en ir al endocrino la semana que viene, en que nos venga a visitar nuestros hijos el próximo fin de semana, en que el dolor de pecho se me pase en unas horas, en sentir el cálido beso de amor en el último suspiro de nuestra vida. Después, solo quedarán instantes.

Vivamos intensamente. Disfrutemos la vida con las personas que queremos. Llenemos nuestra vida de infinitos instantes, para que cuando desaparezcamos de este mundo y sólo queden de nosotros esos instantes, sean tantos que puedan llenar la vida de nuestros hijos.

Si fuera creyente, acabaría este improvisado sermón con un Amén, pero prefiero concluirlo con un Carpe Diem.

Vivir

Qué intensa puede tornarse la vida que vivimos. A propósito de la teoría de la relatividad, Albert Einstein dijo en una ocasión que "cuando cortejas a una bella muchacha, una hora parece un segundo; pero si te sientas sobre carbón al rojo vivo, un segundo parecerá una hora. Eso es la relatividad".

Cuando nació Lucas, estábamos agotados y excitados. Llevábamos días sin descansar bien, sobretodo debido al sofocante calor que estábamos padeciendo. Este verano ya íbamos por la tercera ola de calor de la temporada, algo inusual desde hacía años. La espera hasta entrar en la sala de partos se nos hizo eterna, deseábamos que empezase cuanto antes todo el proceso. Estábamos impacientes de conocer a nuestro hijo, verle la carita y poderle tocar con nuestros dedos.

Al fin llegó el momento y exprimimos cada minuto de esa noche a contemplarlo, calmarlo, alimentarlo, calentarlo, abrazarlo y mimarlo. También a asimilar lo que estábamos viviendo. Aquello era nuestro, de nadie más. Lo habíamos creado nosotros y era parte de cada uno de nosotros dos. Desde ese momento todo cuanto viviéramos, lo compartiríamos con él; del mismo modo que, todo lo que él aprendiera, lo disfrutaríamos nosotros.

Los primeros días en el hospital no parecían pasar. Las manecillas del reloj discurrían lentamente. Dejo de existir de un plumazo la noche y el día. Todos los minutos del día se dedicaban a él. Todo giraba en torno a Lucas. Sólo éramos conscientes de la llegada de la noche cuando nos quedábamos solos los tres en la frágil tranquilidad de la misma. Fueron momentos de aprendizaje continuo, de saber interpretar los llantos del bebé y lo que parecía necesitar en cada momento.

Un bebé solo duerme y se alimenta, pero algo que parece tan sencillo, no lo es en absoluto. Alimentarlo puede volverse una odisea si no se es paciente. Es estresante cuando no consigue engancharse a la teta para mamar o cuando después de haber estado una eternidad alimentándose, vuelve a llorar porque se ha quedado con hambre. Dormir también tiene su particularidad, pues un bebé solo sabe llorar para expresar hambre, incomodidad, frío, miedo, rabia, tristeza, sueño, dolor... Aprender a interpretarlo es cuestión de observación, un constante prueba y error, empatizar con la criatura y, sobretodo, armarse de  paciencia.

Paciencia. A veces es muy difícil tenerla, mantener la calma y no coger una rabieta. Las noches pueden ser duras. Intento canalizarla de la mejor forma posible, pero en ocasiones me puede más la desesperación de no saber porqué llora, brama o grita. El escritor británico, Walter Scott tuvo la siguiente reflexión: "el que sube una escalera debe empezar por el primer peldaño". Ahí es donde nos encontramos ahora su mamá y su papá.


lunes, 3 de agosto de 2015

El Nacimiento de Lucas

En la revisión semanal del pasado jueves 23 de julio, tras la monitorización de las constantes del bebé y la ecografía, pasamos a consulta y se nos animó a ingresar esa misma tarde a las 20 horas para iniciar el procedimiento de inducción al parto, debido al poco peso estimado del bebé. 

Así, esa misma tarde ingresamos en el hospital Parc Taulí de Sabadell, donde Regina fue medicada para preparar el cuello del útero durante la noche para inducirla por la mañana. Estaba previsto que el viernes 24 de julio, sobre las 7 horas 30 minutos se iniciara la medicación, pero esa mañana las salas de parto estaban al completo y no entramos en la nuestra hasta pasadas las 13 horas.

Sobre las 13 horas 30 minutos, la comadrona, llamada Meritxell, provocó manualmente la rotura de aguas. A las 14 horas comenzó la dosificación controlada de oxitocina para iniciar las contracciones con el fin de reubicar al bebé y preparar el cuerpo para el parto.

En todo momento estuvo monitorizado Lucas para saber cómo iba evolucionando y cada dos horas la ginecóloga exploraba a Regina para ver cómo se iba desarrollando la colocación del niño, la rigidez del cuello del útero así como la dilatación del mismo. 

Ya nos avisaron de que el parto sería largo, ya que la duración media del mismo era de unas doce horas.

A las 20 horas hubo cambio de comadrona y la que nos asistió era también otra jovencita, llamada Júlia.

Todo se precipitó a los 00 horas 05 minutos, cuando la ginecóloga en otra exploración rutinaria sonrió y nos dijo que ya estaba todo a punto, que nos preparásemos para empujar. Me animó a ver la cabecita del bebé y después volví para ayudar a la mamá a empujar desde su espalda.

Lucas nació a las 00 horas 32 minutos del sábado 25 de julio de 2015. Día en el que también celebrábamos nuestro primer aniversario de boda. Él fue el mejor regalo que hubiéramos podido desear si nos lo hubieran preguntado días después del enlace. En el mismo instante en que lo colocaron sobre el cuerpo de su mamá, comenzó una tormenta de rayos, truenos y mucha agua. Las enfermeras salieron corriendo para ver si estaba entrando agua en los pasillos, pues la lluvia era muy intensa. No sé lo que duró, porque a partir de ese momento, el tiempo y el mundo pareció detenerse a nuestros ojos.

Pesó 2.890 gramos, así que no era tan chiquitín como se esperaba. Era larguirucho, pues midió 52 centímetros. Nos dejaron dos horitas a solas con él, disfrutando del momento, sin parar de contemplarle y tocarle, sobre el cuerpo desnudo de su mamá y dándole por primera vez el pecho.

Pasadas las 03 horas de la madrugada, nos acompañaron a planta, a la habitación 314, donde la familia esperaba impaciente, orgullosa y emocionada, después de un larguísimo día.

Lucas ya estaba aquí y no éramos conscientes todavía del cambio de nuestra vida. Nos dimos cuenta en las horas siguientes...