domingo, 19 de julio de 2015

Inside Out (Del revés)

El viernes 17 de julio fuimos al cine a ver la última joya de Pixar, "Del revés". La historia está escrita y dirigida por Pete Docter, que previamente había realizado "Monstruos, S.A." (2001) y "Up" (2009). La historia es muy compleja, pues trata de explicar los cambios emocionales que experimenta una niña de once años cuando se muda con su familia a San Francisco. Los personajes se encuentran en la cabeza de la protagonista y son los responsables de sus emociones: Alegría, Ira, Tristeza, Miedo y Asco.


Como es habitual, la película fue precedida por la proyección de un corto. En esta ocasión fue "Lava", un musical que cuenta la historia de amor a través de millones de años en una isla tropical y cuyo protagonista es un volcán que ansía la compañía de alguien a quien amar. Tras siete minutos de empalagosidad hasta la médula espinal, en la que el cine enmudeció afectado por un pico de glucosa en sangre, comienza el largometraje. 

Se trata de hora y media de puro arte visual y narrativo. Los niños se lo pasarán en grande con unos personajes  muy vistosos y un ambiente súper colorido, al más puro estilo "Up", aunque se perderán muchos detalles de la historia. Algo que los adolescentes y adultos disfrutarán mucho más por ser compleja y estar repleta de "gags" que nos sacarán más de una sonrisa y muchas más lágrimas. 


Pues la historia trata de eso. De sentimientos y emociones. De los recuerdos simples de nuestra niñez, en que las cosas nos provocaban sencillamente alegría, ira, miedo, asco o tristeza. Cuando dejamos de ser niños las cosas se complican mucho más y pasamos de un estado a otro sin explicación. En la película, esto se representa muy bien, con la dualidad de los dos personajes más importantes de la historia, que son Alegría y Tristeza, dejando en un plano menos importante al resto de sentimientos. La vida será una constante sinergía entre risas y lágrimas.


Además la consola que se encuentra en el Centro de Mando de las Emociones es cada vez más grande y compleja, para mantener y controlar los constantes cambios de humor y emociones de la adolescente.


Volviendo a los personajes, cada uno de ellos representa una emoción y están inspirados en aquello que quieren transmitir. Así, Alegría es una estrella, Asco es un brócoli, Ira es un ladrillo, Miedo es un nervio y Tristeza es una lágrima. Todos los personajes son monocromáticos: Ira es rojo, Tristeza es azul, Asco es verde y Miedo es violeta; salvo Alegría que es la única que está compuesta por dos colores, el amarillo y el azul. Esto es porque Alegría necesita de Tristeza para ser feliz, ya que no puedes serlo si antes no has superado los problemas.


Otro detalle visual más a destacar de los personajes es la vestimenta de cada uno de ellos. Si nos fijamos bien  veremos que Alegría se parece a Campanilla o a cualquier hada que nos podamos imaginar. Tristeza viste como la típica memo y Miedo como un nerd incapaz de socializarse. Asco viste como las chicas que se creen guay en el instituto porque llevan un pearcing o llevan sombra de ojos. Por último Ira representaría a un empresario o al típico padre estricto. Estos detalles son solo un ejemplo, de la cantidad de cosas que podemos extraer de la película y hacen que ésta sea enormemente rica en todos los aspectos. 

¡ Disfrutad de la película !


viernes, 17 de julio de 2015

El peso del corazón (Rosa Montero)


Acabo de leer este libro que es el segundo de la trilogía de Rosa Montero, cuya protagonista es la detective replicante Bruna Husky. Lo compré el día 25 de junio en Sabadell, cuando aún estaba leyéndome el primero. El título del libro hace referencia a un fragmento de la obra literaria 'Macbeth' de William Shakespeare, que dice así:

"¿No puedes curar una mente enferma, arrancar de su memoria una pena arraigada, borrar las angustias grabadas en el cerebro y, con algún dulce antídoto de olvido, limpiar el pecho oprimido de las materias peligrosas que pesan sobre el corazón?"

Dejo un extracto del libro de Rosa Montero, por si alguno se anima a leerlo. La historia transcurre tan solo cinco meses después del final de la historia de la primera novela.


"Voy a contarte algo que creo que te va a interesar... -prosiguió el hombre-. Hace cinco años, cuando tenía veintiséis, sufrí una embolia cerebral. Quizá fuera causada por el desorden TP, porque acababa de dar un salto de teleportación. El caso es que me trataron a tiempo y no quedaron secuelas... salvo una. Olvidé mi infancia. Toda mi infancia. No recordaba nada antes de los ocho o nueve años. Me puse a reconstruir el tiempo perdido con vídeos de mi niñez, con lo que mi familia me contaba; y luego, muy pronto, comenzaron a venir los recuerdos, montones de recuerdos llenando las lagunas de mi cabeza. pero entonces descubrí que todas esas reminiscencias eran falsas; pruebas documentales me demostraron una y otra vez que mis supuestos recuerdos eran en realidad construcciones imaginarias, cuentos que mi cerebro herido inventaba afanosamente para cerrar el agujero, para llenar el insoportable vacío. Porque el cerebro humano es un mago, un prestidigitador, un narrador incontinente que reescribe de forma constante la realidad, que nos la traduce y la reinventa  Y, en mi caso, ese trazo está llevado hasta el paroxismo. Ahí sigue, sólida y bien asentada en mi cabeza, esa memoria irreal, esa infancia fingida rica en intrincados detalles y llena de color y de emoción. Soy como tú, Bruna."


Exposición pictórico-literaria en Zaragoza

Con motivo de la exposición que mi suegro tiene en Zaragoza, me sugirió que escribiese unos relatos cortos inspirados en los personajes de sus pinturas, que fueron recogidos en un tríptico elaborado por Berta y que están a disposición de cualquier asistente a la sala.

Estos son los cuentos que escribí. Los cuadros son de Antonio de la Iglesia.


1. LLUEVE SOBRE MOJADO

Notaba el tímido impacto de las gotas en su cara. La temperatura había descendido apenas unos grados, a pesar de que el sol estaba desapareciendo en la lejanía. Las lágrimas afloraban a sus ojos y resbalaban camufladas por la lluvia a través de los surcos de su castigado rostro. Contemplaba el pesaroso movimiento de sus pies arrastrándose por el terroso sendero del jardín. Sus labios dibujaban una extraña mueca y jadeaba arrítmicamente, mientras apretaba los puños con más fuerza de la esperada en una mujer de tan frágil apariencia. En tardes húmedas y sombrías como aquella no podía evitar pensar en su marido. Le recordaba las sufridas palizas recibidas, cómo escapaba corriendo de su hogar y sólo la lluvia pretendía ocultar las heridas de su cuerpo. El odio que sentía la mantenía viva, y la muerte de su marido le proporcionaba el alivio anhelado durante tantos años.


2. CUANDO SÓLO NOS QUEDA VIVIR

Noventa y dos años. La vida ha sido buena conmigo. Un marido que me quiso más de lo que yo le hubiera podido querer, si alguna vez lo hubiera intentado. Un hijo arquitecto que vive en Rio de Janeiro, donde se está forjando lo que seguro será una efímera carrera. Una hija enfermera que pasa el día exprimiendo las secas venas de las arpías compañeras de esta residencia. Hoy es mi cumpleaños y han venido a verme acompañados de mis nietos. Esos niños consentidos, caprichosos y llorones. Me llenan la cara de babas mientras me observan en silencio con ojos tristes y deseando marcharse porque sus padres les han prometido un helado si se portan bien. Me ponen la cabeza loca con historias que me importan más bien poco mientras les sonrío y asiento esporádicamente. Menos mal que no les oigo. Me he quedado sin pilas en el audífono y no pienso decírselo a nadie.



3. TARDE DE TOROS

La camisa estaba empapada de sudor. Hacía mucho calor y le escocían los ojos por el reflejo del sol en la arena de la plaza. El toro aguantaba con bravura el estrés que le producían las sangrientas heridas en el lomo, causadas por los banderilleros. Se disponía a terminar la faena. En esos momentos sólo existían ella y el toro. El resto era silencio. Pero aquella tarde todo era distinto. Le había costado mucho desenvolverse en ese mundo machista del toreo. Apenas habían pasado cinco años desde que debutara en Las Ventas de Madrid. Disfrutaba con su trabajo más que cualquier hombre. Luchó contra todos durante años y ahora ocultaba un secreto inconfesable. Sabía que sería su última corrida. Miraba fijamente a los ojos del animal e instintivamente pasó una mano por su vientre para calmar a su hijo, al que sentía agitarse inquieto en su interior. El toro movía la cabeza poseído por la rabia. La torera ocultaba el estoque con la muleta. Respiró con fuerza y alzó la alargada espada por encima de su cabeza y realizó un elegante movimiento de muñeca con la otra mano. El toro respondió al movimiento de la muleta acercándose a ella arrastrando prácticamente el morro en la arena. El estoque penetró sin esfuerzo en el cuerpo del animal, al mismo tiempo que sintió una violenta cornada en su vientre. El toro se desplomó sin vida. Ella cayó de rodillas con las manos ensangrentadas mientras su vientre se vaciaba sobre la fina arena de la plaza.



4. ENTONCES, ROMPIÓ A NEVAR

Mis abuelos vivían en la calle del Cementerio, así llamada porque se trataba de una cuesta inmensa que empezaba nada más entrar en el pueblo y finalizaba a las mismas puertas del campo santo. Mi casa estaba en el callejón de las Nieves, una de las bifurcaciones de la anterior.
Nací el día de Santiago, durante las fiestas patronales. Me iban a llamar como a él. Pero acabé llamándome Lucas, como mi progenitor.
Tras comprobar que todo había ido bien y que yo era un niño sano y gordo, mi padre fue a la cantina de mis abuelos a celebrarlo con sus amigos, como hacían los hombres de aquellos tiempos. Interrumpiendo risas, abrazos y brindis, entró un desconocido vestido de guardia civil y, aturdido por su propia borrachera, le disparó dos tiros en la cabeza. Aquella tarde, en el corazón del mes de julio, rompió a nevar.



5. ANDRÉS LE LLAMABAN

No conocí a mi padre. Me criaron mis abuelos aunque fui un niño difícil. No tenía amigos en el colegio, pues los niños se burlaban de mí por no tener un padre como ellos. Mamá se pasaba por casa de vez en cuando. En ocasiones sola, y otras veces acompañada de algún nuevo novio. Siempre era cariñosa conmigo pero apenas  pasaba tiempo con ella. Cuando fui más mayor, me contaron que mi padre nos abandonó cuando tenía dos meses. La boda con mi madre fue una farsa. Ella estaba embarazada de mí y estaba locamente enamorada. Él sólo sentía pasión por las matemáticas. Su amor eran los números y su vida el producto de esa exitosa operación. Apenas siete meses antes mi madre había recibido una jugosa herencia de su difunta madrina. Una vez que fueron firmados los papeles del matrimonio, no pasó mucho tiempo hasta que mi padre desapareció al mismo tiempo que varios ceros de la cuenta corriente familiar.



6. UN REGALO INSÓLITO



Por fin tenía en mis manos un libro electrónico. Javier, mi nieto, me lo trajo por mi septuagésimo cumpleaños. Insiste en que es una cosa utilísima para tener mis libros al alcance de la mano sin arrastrar tanto peso.

Me hago la ilusionada, como no, pero la verdad es que va a acabar en el cajón cogiendo polvo junto a los demás cachivaches que me ha ido trayendo a lo largo de los años.

No es que no me gusten, no, pero es que quizá el que todos mis libros estén en braille y que mi perro sea un lazarillo debería darle una sutil pista. No me quejo porque es un buen chaval, pero no puedo evitar pensar en lo tonto que es a veces.

lunes, 13 de julio de 2015

93,93 % ... Loading ... Lucas

Semana 38.

Lucas tiene un peso estimado de 2.400 gramos. El cálculo se obtiene de unas tablas en función de la longitud del fémur, el diámetro biparietal y la circunferencia abdominal; y tiene un error de +/- 400 gramos.

Es un poco pequeñito según las medidas estándar que están publicadas y que siguen los médicos. Se trata de las tablas de Hadlock. Según estos ábacos se encontraría en el percentil 5. Durante todo el embarazo (a partir de la segunda ecografía) se ha mantenido en estos valores, sin estancarse, cogiendo peso poquito a poco.

En la última revisión que nos hicieron el pasado jueves, nos confirmaron que todo seguía estando bien, pero que al estar por debajo del percentil 10, que es el mínimo estandarizado, una vez se cumpla la semana 40 de embarazo, no dejarán que pase las dos semanas de margen, hasta la 42. Si la mamá no se pone de parto antes, nos citarán para un día próximo a la fecha prevista de parto (30 de julio) y le inducirán a ello con oxitocina.

Las próximas dos visitas programadas son este jueves y el de la semana que viene. En esa última, lo volverán a pesar y supongo nos darán fecha para el esperado nacimiento.

Lucas está llegando... Muy posiblemente este mismo mes de julio.

Nos quedan 17 días para la FPP (fecha prevista de parto).